Aprender el abecedario: actividades y juegos para los niños

El aprendizaje de las letras es determinante en el proceso de aprendizaje de la lectura. Primero, se enseña a los niños a identificar las letras para más tarde enseñarles a reproducirlas tanto de manera oral como por escrito.

Los niños pueden empezar a jugar y aprender las letras antes de la escuela primaria. Lo importante es que el niño muestre un interés activo por la lectura y que sea capaz de pronunciar perfectamente todos los sonidos de su lengua materna. Estos son los requisitos fundamentales para garantizar el éxito en el aprendizaje de la lectura. En edad preescolar los niños aprenden jugando centrándose en las percepciones visuales, acústicas y táctiles. La integración de los diferentes órganos sensoriales aumenta la efectividad del proceso de aprendizaje y garantiza una memoria precisa y a largo plazo.

Aprender el abecedario: la iniciación en el mundo de las letras

Las letras empiezan a aprenderse de una en una. Las letras representan los sonidos. Las palabras se componen de varias letras, es decir, de la unión de sonidos. Sin conocer las letras, un niño no puede aprender a leer.

Para dominar la lectura, el niño no solo debe aprender y reconocer la forma gráfica de las letras, sino que también debe aprender a relacionar esa forma gráfica con el sonido correspondiente. Esto significa que el niño tiene que aprender a leer y a pronunciar las letras.

Por esa razón, los padres y los maestros deben empezar con la enseñanza del alfabeto. Solo cuando el niño sepa pronunciar perfectamente todos los sonidos de su lengua materna y sepa diferenciar una letra de otra visualmente, se podrá dar el siguiente paso en el aprendizaje lector. Normalmente los niños de entre 5 y 6 años lo consiguen sin problema.

Nota: la tabla de sonidos gratis de eKidz es una excelente herramienta para conseguir ese primer paso.

Para aprender las letras y aprender a leer, el niño no solo debe tener la capacidad correspondiente, sino que ¡tiene que querer aprender! A los 5 o 6 años los niños son capaces de reconocer que un montón de información interesante está relacionada con las letras. Por eso, desarrollan de forma autónoma la necesidad de aprender a leer. Los niños son curiosos y quieren saber cosas nuevas.

Los niños más pequeños también pueden empezar con las primeras letras. A menudo solo muestran interés por determinadas palabras y letras. Sin embargo, la falta de constancia en ese interés puede convertir el aprendizaje en una carga y puede hacerles perder la ilusión por aprender.

Tanto padres como maestros han de tener claro qué objetivos quieren conseguir con el aprendizaje de las letras. Solo vale la pena empezar con dicho aprendizaje si el objetivo es enseñarle a leer. Cualquier conocimiento que se tenga de las letras solo dará sus frutos siempre y cuando se use también de forma práctica. El primer paso es aprender las letras y el siguiente es aprender a leer.

¡Vamos a aprender a leer!

Primera norma de aprendizaje del abecedario: ¡las letras se aprenden de una en una!

No olvidéis que las letras contienen elementos parecidos. Si empezáis con varias letras a la vez, el niño puede desconcertarse. Las letras deben ir introduciéndose paso a paso y solo una por cada sesión de clase.

Segunda norma de aprendizaje del abecedario: ¡no hay prisa!

Dejad al niño suficiente tiempo para asimilar cada letra. Planificad una o dos sesiones por letra y enseñadle con juegos. Los niños asimilan la información de forma más rápida y efectiva si la información se presenta en un contexto lúdico. Mostrad al niño la letra y decid cómo se llama. A partir de ahí, dejad volar la imaginación: ¿a qué te recuerda esta letra?

  • C como casa.
  • K como kárate.
  • O como oso.

A los niños les encanta competir y les encanta jugar a “¿Quién es el primero que..?”, “¿Quién es el más rápido en…?”

Una buena práctica es el juego “Encuentra la letra correcta para el sonido…”: el adulto pronuncia un sonido en voz alta y el niño tiene que elegir la letra correcta de entre unas cuantas que tiene a su disposición. Para este juego se puede usar, por ejemplo, la tabla de sonidos de eKidz.eu.

Un juego que también gusta mucho es “¿Qué letras ha dejado a medio pintar el pintor?”

Una vez que se han aprendido algunas letras entra en juego la conocida “sopa de letras”. Las tareas que se plantean para el niño ayudan a reconocer tanto diferencias ópticas como discordancias o errores. Os presentamos algunas ideas:

Dibuja una por una las letras que al principio estén mezcladas entre sí. Elige la letra correcta entre dos letras invertidas (a los niños más pequeños hay que explicarles en algún momento qué son las letras invertidas). Distingue las letras que están colocadas del revés de las que están colocadas correctamente. Escribe todas las letras de la “sopa de letras”. Nombra las letras que están tachadas o con un fondo rayado.

Estos juegos con el alfabeto hacen que el niño desarrolle su percepción visual y su atención, que resultan imprescindibles para la lectura. Los niños memorizan las letras más rápido y consiguen identificar las características de cada letra. También aprenden a diferenciar letras que se parecen mucho gráficamente.

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Aprender las letras mediante juegos motiva a los niños y hace que aprendan también más rápido.

El paso de las letras a la lectura mediante el aprendizaje táctil

Cualquier aprendizaje no se consigue solo con métodos visuales y acústicos sino que también puede completarse con métodos táctiles. Y en ese sentido el aprendizaje de la lectura no es una excepción.

Una letra es para un niño algo abstracto. Aprender a asociar puede facilitar que el niño sepa diferenciar las letras. La unión entre algo que se puede tocar con una letra ayuda a profundizar su conocimiento.

Cuando el niño ya conozca las letras podéis animaros a realizar las siguientes actividades:

  • Tocar con los dedos una letra en 3D.
  • Dibujar el contorno de una letra.
  • Dibujar letras.
  • Construir letras con palitos de madera.
  • Dibujar las letras en la arena o en el aire.
  • Moldear letras con plastilina.

Actividades como pintar, recortar y pegar letras fomentan la motricidad fina y la destreza. La creación de un juego de cartas con letras aúna todas estas actividades y ofrece la base perfecta para los juegos táctiles. Podéis preparar este juego solos o con el niño. Se recortan las letras en una cartulina y se pegan a cartas cuadradas hechas de cartón o papel. El niño tendrá que adivinar con los ojos cerrados la letra que se encuentra en cada carta.

Los juegos que acabamos de describir resultan muy divertidos para los niños y les ayudan a aprender las letras a todos los niveles. La motricidad fina es muy importante para el siguiente paso: la escritura.

La alfabetización comienza con las letras. La integración de los diferentes órganos sensoriales ayuda a consolidar la percepción de las letras y asegura el aprendizaje sistemático del alfabeto. Esta base es fundamental para la posterior adquisición de la lengua escrita: leer y escribir.

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