Dislexia en niños: Qué es y cuáles son sus síntomas

Cualquier niño puede tener dificultades para aprender a leer. El punto de partida de este proceso elemental para el crecimiento personal y la vida en sociedad comienza entre los 3 y 6 años, durante la Educación Infantil.

Los procesos de aprendizaje sin embargo no son los mismos para todos. Cada estudiante tiene su ritmo de aprendizaje y presentará más o menos desafíos que estarán vinculados muy probablemente a su nivel de madurez, a las características de su entorno y a una infinidad de factores que podrán influir tanto de manera positiva como negativa en la adquisición de las competencias lectoras.

Leer muy lento, con errores o no entender el significado de un texto son algunos de los problemas a los que se enfrentan los niños o alumnos al empezar a leer. Paciencia y un apoyo firme y motivador por parte de los padres y profesores harán que este proceso resulte más fácil y que la lectura llegue a ser una fuente de conocimiento, de entretenimiento y una competencia básica en el futuro desarrollo académico del alumno.

Puede suceder también que algunas dificultades persistan en el tiempo y que sigan presentes una vez que se haya completado el aprendizaje de todas las letras y el alumno haya comprendido el principio general de la lectura.

Si el nivel del desarrollo del lenguaje se retrasa y no se corresponde con la edad, y los problemas o dificultades siguen sin desaparecer, es posible que nos encontremos ante un trastorno del lenguaje como la dislexia.

¿Qué es la dislexia en niños?

La dislexia es un trastorno del lenguaje que afecta a los alumnos en algunos aspectos como la lectura y la escritura. La dislexia afecta a los procesos cognitivos superiores como la percepción visual, espacial o auditiva, la atención o la memoria, lo que hace que para la persona que lo padece sea difícil identificar imágenes o sonidos y relacionarlos con letras y palabras. El resultado es un retraso en su capacidad de hablar, en la comprensión de textos escritos, etc.

No solo los niños pueden tener problemas de dislexia, los adultos también. Según la Asociación Europea de Dislexia, el 10% de la población en España tiene dislexia, lo que para el Instituto Nacional de Estadística español representa alrededor de 4,6 millones de personas y 800 mil niños en edad escolar.

Las causas que provocan dislexia no se conocen con total claridad, aunque diversas investigaciones apuntan a que el principal motivo puede ser un déficit en el funcionamiento del cerebro a la hora de desempeñar ciertas actividades motoras que se ven implicadas en el aprendizaje del habla. El componente hereditario también juega un papel importante en la adquisición de este trastorno.

Si bien la dislexia no tiene cura, sus síntomas pueden reconocerse desde la Educación Infantil con pruebas que evalúan sus capacidades cognitivas. Por fortuna existen, además, distintos enfoques de enseñanza, ejercicios y juegos, desarrollados por educadores y neuropsicólogos, que estimulan los sentidos del cuerpo para facilitar el desarrollo del lenguaje oral y escrito tanto de niños como de adultos.

Síntomas de dislexia a partir de los 5 años

La dislexia no está relacionada con un déficit cognitivo ni con un déficit visual. Se trata de un trastorno que afecta al cerebro y al lenguaje: el desarrollo normal del lenguaje sufre alteraciones por un trastorno de las funciones psicofisiológicas. Simplemente el cerebro funciona distinto.

A los niños con dislexia no les falta entusiasmo ni esfuerzo en el aprendizaje de la lectoescritura. Suelen tener trabas cognitivas para leer o escuchar con fluidez y sin equivocaciones. Suelen presentar también dificultades en el procesamiento visual lo que les impide diferenciar letras gráficamente diferentes, por eso las omiten o las reemplazan. Esto influye también a la hora de distinguir y reproducir determinados sonidos asociados a ciertas palabras, haciendo que la pronunciación de estas también se vea afectada.

A partir de los 5 años hay ciertos síntomas a los que padres y maestros han de estar atentos y que pueden indicar la presencia de dislexia.

  • Sustitución de sonidos que suenan parecidos (consonantes sordas P,T,K y sonoras B,D,G).
  • Inversión de letras en espejo (b-d, p-q, Z-N, W-M, J-L).
  • Problemas de síntesis: no consiguen unir los sonidos para formar sílabas y palabras.
  • Eliminación, inversión de letras e inserción de letras nuevas en las palabras.
  • Eliminación o inversión de algunas sílabas.
  • Dificultad para quitar el sonido del medio de una palabra o sustituirlo por un nuevo sonido.
  • Lectura errónea de las terminaciones de palabras y omisión de preposiciones.
  • Lectura invertida de palabras: de derecha a izquierda.

Como consecuencia de ello, los niños no logran memorizar palabras ni acordarse de sus significados, lo que les impide estructurar oraciones y elaborar una escritura más avanzada. Estas dificultades pueden derivar en déficits en la comprensión lectora o la memorización de conceptos e ideas.

A nivel social, si no se detecta y se trata a tiempo el problema, la dislexia puede provocar frustración o ansiedad al momento de leer o escribir, inhibición para hacerlo en público o en privado, baja autoestima y problemas de conducta.

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